sábado, 1 de septiembre de 2012

¿QUÉ DICE LA IGLESIA DE OTRAS RELIGIONES?

Dice el Magisterio eclesiástico: “Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna” (Catecismo, nº 847; Const. Dogm. Lumen Gentium, nº 16; etc.).
En todo caso, añadimos nosotros, la Iglesia cree que quienes se salven de este modo lo harán (aun sin saberlo) por mediación de Cristo mismo presente en ella. Es decir, “no tenemos otro nombre [que el de Cristo] bajo el cual podamos salvarnos” y Cristo actúa hoy, en su ausencia histórica, por medio de la Iglesia. La mediación de Cristo y de la Iglesia (su cuerpo místico) son, pues, necesarias para la salvación. En efecto, dice así el Concilio Vaticano II: “Por eso, no podrían salvarse los que, sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella» (Lumen Gentium, nº 14). En suma, “toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo” (Catecismo, nº 846), lo sepan o no los potenciales “beneficiarios”. De este modo hay que entender el conocido y clásico axioma de que “fuera de la Iglesia no hay salvación”.
Por otra parte, “la Iglesia aprecia todo lo bueno y verdadero que puede encontrarse en las diversas religiones ‘como una preparación al Evangelio y como un don de aquel que ilumina a todos los hombres, para que al fin tengan la vida’ (…). Pero, en su comportamiento religioso, los hombres muestran también límites y errores que desfiguran en ellos la imagen de Dios” (Catecismo, nº 843-844). De ahí viene la misión evangelizadora de la Iglesia, para dar a conocer el auténtico camino de salvación que es Cristo (“Yo soy el Camino…”) y para procurar que los hombres se adhieran a él.
En cuanto a otras confesiones cristianas no católicas, el Magisterio dice: “Los que creen en Cristo y han recibido ritualmente el bautismo están en una cierta comunión, aunque no perfecta, con la Iglesia católica". Con las Iglesias ortodoxas, esta comunión es tan profunda que le falta muy poco para que alcance la plenitud que haría posible una celebración común de la Eucaristía del Señor” (Catecismo, nº 838). Esas confesiones cristianas sí pueden considerarse caminos o vías de salvación (al contrario que los ritos de otras religiones), porque tienen elementos de la Iglesia que Cristo fundó (palabra de Dios y sacramentos). En mayor o menor grado, poseen la garantía de la gracia y presencia de Jesucristo; pero la plenitud de los medios de salvación y de la gracia está en la Iglesia católica, la que Cristo fundó sobre el fundamento de Pedro y de los apóstoles. Por eso es necesario conseguir la unidad.



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